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ENOLOGIA

07 LOS PROCESOS

EL SABOR A MOHO EN EL VINO

De: JAIMEANDES

El sabor a moho en el vino es el resultado de dos compuestos químicos denominados halofenoles y haloanisoles, así lo ha determinado una investigación de cuatro años realizada por un grupo de expertos de la Universidad de Castilla-La Mancha. Los resultados obtenidos muestran que son varios los factores responsables del sabor a moho en el vino, que no es algo exclusivo de los tapones de corcho como se creía antaño.

Los halofenoles se utilizan habitualmente como productos fitoquímicos para distintos usos, desinfectar, blanquear, etc., de su acción se pueden generar haloanisoles por biometilación, un proceso por el que se produce una reacción en los iones metálicos y otras sustancias cambiando las propiedades físicas y químicas de determinados metales.

En este punto sería interesante recordar el post el vino está contaminado en casi todo el mundo, en él nos hacíamos eco de la investigación realizada en la Universidad de Kingston en cuyo estudio se mostraba que los vinos del mercado enológico presentaban altos niveles de iones de metal o pro oxidantes de cobre, zinc, níquel, cromo, manganeso, etc., quizá por ello exista un índice tan elevado de vinos con sabor a moho o gusto a corcho (definición equívoca).

Los investigadores centraron su trabajo en los vinos tintos de crianza acogidos a distintas Denominaciones de Origen, vinos de La Mancha, La Rioja, Somontano, Vinos de Madrid, Penedés, etc., poniendo al descubierto que hasta un 16% de los vinos tintos de calidad sufrían este problema. Los haloanisoles estaban presentes en tasas muy elevadas y como son compuestos muy olorosos, los apasionados de los vinos los detectarían rápidamente, siendo obviamente vinos rechazados. Seguramente más de un aficionado se habrá llevado un chasco con algún vino especial al detectar el olor a moho, algo que hace imbebible al vino, al menos en nuestra opinión.

Los compuestos más frecuentes que se han encontrado en los vinos han sido el tricloroanisol, tetracloroanisol, triclorofenol, tribromoanisol, aunque el más oloroso y detectable es el primero, el tricloroanisol o TCA, aunque de este compuesto hablaremos con mayor profundidad en otro post.

En la investigación se ha concluido además que los vinos pertenecientes al norte y noroeste de nuestro país son los que mayor proporción de estos compuestos químicos presentan. Volvemos a remitirnos al estudio de los iones metálicos que hemos mencionado anteriormente, posiblemente la composición del terreno y las sustancias con las que se tratan los cultivos podrían tener algo que ver.

Según la investigación, hasta un 70% de los vinos detectados como contaminados pertenecen a las cosechas del periodo comprendido entre 1995 y 2005, siendo además vinos mayoritariamente criados en barricas de roble americano, quizá este dato sirva para realizar nuevos estudios en esa dirección.

Vía | Soitu

Información | Universidad de Castilla-La Mancha

LA DESTILACIÓN

Programa de Enología - Procesos

 

La palabra destilación proviene del latín destillare, que equivale a "goteo", refiriéndose a los últimos pasos del proceso por el cual el vapor se condensa para formar un líquido. Así se incrementa el contenido alcohólico de líquidos obtenidos de la fermentación. La destilación se realiza en alambiques. La figura muestra el que se utilizaba en la Edad Media. 

La destilación es la operación de separar, mediante calor, los diferentes componentes líquidos de una mezcla, aprovechando las diferencias de volatilidades de los compuestos a separar.

Una forma de destilación conocida desde la antigüedad, es la obtención de alcohol aplicando calor a una mezcla fermentada (obtenida de alguna planta como la caña de azúcar, maíz, etc.).

El aparato utilizado para la destilación en el laboratorio, es el alambique, que consta de un recipiente donde se almacena la mezcla, a la que se le aplica calor, un condensador donde se enfrían los vapores generados, llevándolos de nuevo al estado líquido y un recipiente donde se almacena este líquido concentrado.

En la industria química se utiliza la destilación para la separación de mezclas simples o complejas. Una forma de clasificar la destilación puede ser la de que sea discontinua o continua.

Aparato de destilación simple

Destilación simple.

Un Aparato de destilación simple es un aparato empleado en laboratorios de química, para producir una destilación simple:

En el esquema ubicado a la derecha puede observarse un aparato de destilación simple báso:

1. Mechero, proporciona calor a la mezcla a destilar.

2. Balón de destilación, que deberá contener pequeños trozos de material poroso (cerámica, o material similar) para evitar sobresaltos repentinos por sobrecalentamientos.

3. Cabeza de destilación: No es necesario si el balón de destilación tiene una tubuladura lateral.

4. Termómetro: El bulbo del termómetro siempre se ubica a la misma altura que la salida a la entrada del refrigerador. Para saber si la temperatura es la real, el bulbo deberá tener al menos una gota de líquido. Puede ser necesario un tapón de goma para sostener al termómetro y evitar que se escapen los gases (muy importante cuando se trabaja con líquidos inflamables).

5. Tubo refrigerante.

6. Entrada de agua: El líquido siempre debe entrar por la parte inferior, para que el tubo permanezca lleno con agua.

7. Salida de agua: Casi siempre puede conectarse la salida de uno a la entrada de otro, porque no se calienta mucho el líquido.

8. Se recoge en un balón, vaso de precipitados, u otro recipiente.

9. Fuente de vacío: No es necesario para una destilación a presión atmosférica.

10. Adaptador de vacío: No es necesario para una destilación a presión atmosférica.

Otros procesos de destilación

La destilación discontinua se realiza introduciendo la mezcla en una caldera, donde se le aplica calor y los vapores condensados se almacenan en un recipiente. La operación de llenado de la caldera con la mezcla hace que el proceso se realice en lotes. Un ejemplo sería la destilación, mediante alambique, del bagazo de la uva para la obtención del orujo.

La destilación continua, también llamada fraccionada, se basa en la alimentación regulable y en continuo de la mezcla a separar, introduciéndola en una columna o torre de destilación, donde se separan los componentes de una mezcla de forma continua en las distintas fracciones, saliendo por la parte superior o cabeza la fracción más ligera o de menor punto de ebullición, por el fondo la fracción más pesada y a diferentes alturas de la columna, las distintas fracciones que se quieren obtener dependiendo de su punto de ebullición.

Un ejemplo de destilación continua, fraccionada, sería la destilación atmosférica del petróleo.

En una instalación de destilación continua las composiciones de los productos separados permanecen constantes en cada sección de la columna, para lo cual se utilizan unas corrientes que se denominan reflujos, que son recirculaciones de las propias extracciones, y aprovechando las evaporaciones y condensaciones sucesivas de las extracciones, obteniendo productos destilados de características definidas previamente. Fuente: Wikipedia

VINO Y QUÍMICA

 

Por: juanww@15:40 - En las etiquetas de las botellas de vino leemos "contiene sulfitos", por lo que sabemos que algo de químico tienen los vinos y, además, cuando un vino es de baja calidad se oye el comentario "este vino es química" o "este es un vino hecho con polvos"(generalmente asociado al vino de mesa). También sabemos que han habido escándalos sonados como el de la elaboración de vinos falsos(incluso hechos sin una sola gota de vino) o también de vinos a los que se les ha añadido anticongelante.
 
Lo cierto es que hay prácticas y componentes que se le añaden al vino que son perfectamente legales y que son necesarios para la elaboración del vino. A continuación veremos algunos ejemplos.

Levaduras: A veces las levaduras propias de la uva no pueden llevar a cabo el proceso de la fermentación por diversos problemas, por lo que se recurre a levaduras seleccionadas que aseguran una buena fermentación. existen levaduras para diferentes vinificaciones y que aportan aromas al vino.

Coadyuvante de maduración para vinos de calidad: Producto derivado de la paredes celulares de levadura y obtenido por medio de un  sistema de producción basado en tratamientos físicos poco agresivos, capaces de preservar íntegras las manoproteínas de las levaduras. Se utiliza para mejoras en la fase de afinado de los vinos de calidad.

Bacterias para la FML: Cultivos liofilizados de bacterias seleccionadas, pertenecientes al género Oenococcus oeni y los sistemas específicos de reactivación, nutrición y control que permiten gestionar la fermentación maloláctica con seguridad.

Carbones activos: Carbón decolorante activo para reducir selectivamente el color de los vinos manteniendo inalteradas todas las características positivas. También el carbón activo elimina los olores indeseables y anormales, facilitando la exaltación de las notas sensoriales de las diversas variedades empleadas en la vinificación.

Clarificantes: Coadyuvantes para la clarificación de los mostos y de los vinos.

Enzimas: Preparados enzimaticos para el tratamiento de las uvas y para la limpidez de los mostos y vinos, para resolver problemas como la botritis, para facilitar el afinado, etc.

Coadyuvantes de filtración: Agilizan el alcance de la estabilidad química y biológica durante el filtrado.

Chips o virutas se madera: Trozos de madera con diferente grado de tostado para afinar y caracterizar al vino.

Bio-reguladores y nutrientes para levaduras enológicas: Sirven para crear las condiciones óptimas a fin de que las levaduras se multipliquen y lleven a término, en la mejor de las maneras, la fermentación alcohólica, aportando al mosto bioestimuladores de diversos tipos, según los casos que se deban afrontar.

Sulfitantes: Sulfitantes antibacterianos para mostos y vinos. Aditivo indispensable y tradicional en vinificación, el dióxido de azufre puede generar, si se agrega en concentraciones elevadas, problemas a la salud del consumidor y en algunos países, por ejemplo en Estados Unidos, la ley obliga a reflejar en las etiquetas de los vinos una advertencia para las mujeres embarazadas.

Reductores para el mosto: Coadyuvante que sirve para conservar y proteger los aromas de las uvas blancas y el color de los vinos tintos, evitando la oxidación hasta la primera fase de la elaboración.

Goma arábiga: Coloide obtenido de las incisiones practicadas sobre algunas especies de acacias africanas. Resuelve problemas enológicos relativos a los procedimientos de estabilización y de mejora de la calidad de los vinos.

Estabilizantes del vino: Sirven para mantener correctamente y por un periodo más o menos prolongado todas las características positivas e impedir el inicio de procesos degenerativos en el vino.

Taninos:  Taninos exógenos que preservan la materia colorante con uniones estables. La materia colorante es así protegida de las oxidaciones durante el proceso de transformación de los azúcares en alcohol hasta el momento en el cual los taninos de la uva sean extraídos.

Otros coadyuvantes de tratamiento: Antibrett, Desulfitadores para eliminar la presencia de ácido sulfhídrico, pastillas antiflor, etc.

Algunas empresas que se dedican a los productos enológicos son:

www.gon-cruz.com/
http://www.aeb-group.com/

EL DESFANGADO

Ciencia y Tecnología del Vino

Por: Ing. Jaime Ariansen - Programa de Enología - Instituto de los Andes

Lagar - Prensa - Historica

El desfangado:  Al comienzo de la vinificación, despues de prensadas las uvas, en la etapa de separación y primera clasificación de los mostos, la pasta formada por los hollejos y el raspón se coloca en jaulas con mallas pequeñas, se deja que el zumo vaya escurriendo por gravedad o presión, de allí obtenemos primero los mostos de mejor calidad, llamados yema, flor o lágrima.

La pasta recibe sucesivas presiones hasta que no le quede una sola gota, normalmente se le añade anhídrido sulfuroso para tratar de retrasar el inicio de la fermentación. En cada prensada obtendremos productos que deberán fermentar por separado para lograr diferentes productos.

Desde los primeros y mejores mostos, los más delicados, obtenidos con la mayor naturalidad posible, hay que desfangarlos. Es decir tratar de separar las partículas chicas, medianas y grandes suspendidas en el liquido.

Es una operación complicada en el proceso de producción del vino, debe ser realizada con especial dedicación en la elaboración de blancos y rosados, es difícil sino contamos con los equipos y conocimientos adecuados. Ahora que esta de moda, entre algunos aficionados, producir vinos"boutique" caseros, este es uno de los procesos mas difíciles que tendrán que enfrentar.

El objetivo es obtener vinos "limpios y brillantes" en forma natural, es decir sin añadirle, en lo posible, productos químicos para ayudar a la precipitación de partículas indeseables.

Si realizamos un buen desfangado del mosto antes de la fermentación, podremos obtener vinos frescos, estables, con una acidez equilibrada, mejor color, suaves y con aromas exquisitos. Otra de las cualidades de un buen desfangado es mejorar sus defensas de protección a la acción del siempre villano oxigeno.

Los llamados fangos son partículas libres que quedan en el mosto procedentes de los racimos, raspones y hollejos, también de los residuos de tierra y otras cien sustancias posibles de encontrar en el proceso de estrujado de los racimos.

La cantidad de partículas libres en suspensión en los mostos, depende también de la maduración de las uvas utilizadas y por supuesto de las técnicas de manipulación de los racimos desde la vendimia hasta el lagar y el proceso o método para extraer el zumo de las uvas.

Las uvas que más partículas producen son las sometidas a la llamada podredumbre noble. En la pisa tradicional a pies descalzos y acompañado con baile de guitarras y cajón se producen mucho más partículas que un prensado moderno en una maquina automática de acero inoxidable.

El elemento tradicional o primitivo del desfangado a través de la historia ha sido la paciencia, es decir a sentarse y esperar que las partículas en suspensión sedimenten lentamente, pero en los tiempos modernos, donde el factor tiempo es una virtud, con costo propio, hay que ayudar a la naturaleza.

 

Por ejemplo, si podemos bajar la temperatura del mosto hasta un rango entre 5 y 9 grados centígrados, contando con la ayuda de la refrigeración, facilitaremos el proceso de sedimentación y lo protegeremos. También se utilizan en el desfangado enzimas especiales para descomponer las pectinas de los mostos, disminuyendo su viscosidad y facilitando la sedimentación. La gelatina es otra alternativa junto con la caseína, la bentonita y hasta la clara de huevo batida a punto de nieve para cantidades menores en casa.

La gelatina es una proteína compleja, un polímero compuesto por ciertos amino ácidos, es obtenida de los residuos industriales del beneficio de los animales, entre sus usos industriales se utiliza para formar emulsiones sensibles en la clarificación del vino.

La caseína es la proteína principal de la leche, cuando coagula con la renina es llamada paracaseína y cuando coagula a través de la reducción del pH es llamada caseína ácida.

La bentonita es una arcilla de partículas pequeñas, en la industria del vino se utiliza como clarificante proteico.

Es increíble la cantidad de fangos que puede producir el mosto, entonces hay que prepararse para una buena y cuidadosa decantación, antes de iniciar la fermentación, claro esta que estos "deshechos" son también utilizados, especialmente para la obtención de vinos y aguardientes de calidad menor.

 

Si tienen una centrífuga y pueden girar el mosto, por simple gravedad, obtendrán mostos limpios, hay cada vez mejores maquinas, algunas pueden superar las 8,000 revoluciones por minuto y entonces no hay partícula que se resista a salir disparada, lamentablemente estas maquinas son grandes y caras, utilizables para volúmenes mayores.

Por ultimo los filtros, que felizmente, cada día hay en mayor cantidad, variedad y sofisticación, siguen el principio universal de hacer pasar el mosto lo mas rápidamente posible por superficies o membranas que capturan las partículas y así estamos listos a disfrutar de vinos limpios de hermosos colores brillantes.

 

Con la llamada filtración al vacío se obtienen magníficos resultados, algunos atrevidos combinan la operación de desfangado con una cierta maceración del mosto con los orujos, regulando la temperatura en bajos niveles, gracias a la ayuda del acero inoxidable y la refrigeración, impidiendo el inicio de la fermentación y de esta manera logran vinos con mayor cuerpo, resaltando sus cualidades organolépticas incluyendo mejores aromas y la cualidad de evolucionar bien en la botella, es decir vinos de mas larga y mejor vida.

LA CIENCIA Y EL VINO

APARATO DE UN CIENTÍFICO DE LA NASA
Detecta los vinos que dan jaqueca

ELMUNDOVINO

Richard A. Mathies.
Un científico de la NASA ha desarrollado un dispositivo que puede calcular los niveles de agentes causantes de dolor de cabeza que se encuentran en algunos vinos. Ciertas aminas biométricas (compuestos que surgen de forma natural en algunos tintos) provocan dolor de cabeza al elevar el ritmo cardiaco, entre otros detonantes. El aminoácido modificado que se conoce con el nombre de tiramina es uno de los principales responsables.

Ahora, el profesor de Química de la Universidad de Berkeley Richard Mathies, que sufre dolores de cabeza inducidos por el vino, ha creado un aparato para detectar dichos agentes, según informa decanter.com. Mathies trabaja en una investigación para el Mars Organic Analyzer de la NASA que tiene por objeto la detección de moléculas orgánicas en el planeta rojo.


Utilizando un "diseño de vidrio microfabricado", Mathies y sus alumnos han construido un chip lleno de sensores con apariencia de "oblea de unos pocos milímetros de diámetro y otros pocos de ancho". Una gota de vino vertida en el chip y mezclada con un líquido especial provoca un "etiquetado fluorescente". La intensidad de dicho etiquetado mide el número de aminas que existen en el vino.

Mathies dice que en distintas clases de vino se dan aminas diferentes. El sake (vino de arroz japonés), por ejemplo, "contiene histaminas [que inducen alergias]", mientras que la tiramina que puede provocar dolor de cabeza se encuentra más a menudo en vinos tintos que han pasado una fermentación maloláctica. La tiramina libera adrenalina y eleva el ritmo cardiaco y la presión de la sangre, lo cual produce el dolor de cabeza.

Mathies afirma: "Este sistema permitiría a la gente darse cuenta de qué vinos tienen elementos que podrían afectarles y elegir en consecuencia". El químico no puede explicar por qué la fermentación maloláctica provoca una mayor presencia de tiramina ni por qué esta sustancia surge menos a menudo en los vinos blancos. "No hemos analizado un número suficiente de vinos como para tener una visión sistemática de cuáles producen más tiramina, pero está claro que los tintos desarrollan más", asegura.

Mathies considera que existe "un interés cada vez mayor" en relación a su dispositivo. Trabaja con una empresa que podría producirlo a escala comercial.

LA TECNOLOGÍA DEL VINO

La inversión en tecnología sostiene el crecimiento del sector vitivinícola
En los últimos 10 años, las bodegas sumaron 500 millones de dólares en nuevas técnicas que le permitieron conseguir más mercados. Se trata de una condición esencial para mantener la competitividad. La industria transita cierta madurez donde la inversión es uno de los requisitos ineludibles para continuar creciendo.   

 

Las bodegas argentinas invirtieron en los últimos 10 años cerca de 500 millones de dólares para incorporar tecnología y abrir nuevos mercados, según estimaciones del sector. La inversión en tecnología de punta e instalaciones de última generación, que antes podía representar una oportunidad de crecimiento, hoy es una condición para mantener la competitividad, ante un mercado cada vez más exigente, señala un reciente informe del Fondo Vitivinícola Mendoza.  

"La tecnología es de gran importancia para lograr la mayor calidad en los vinos; y también para satisfacer a un consumidor cada día más exigente", afirmó Juan Rodríguez, de la Federación de Cooperativas Vitivinícolas de Argentina (Fecovita).   Fecovita invirtió U$S 3 millones en los últimos 12 meses en maquinaria de elaboración, tanques de acero inoxidable para fermentación continua, mejoras edilicias en oficinas y laboratorio central, y nuevos grupos electrógenos.   "La tecnología tiene un papel muy importante ya que para cumplir con los máximos estándares de calidad que exigen los diferentes mercados es necesario actualizarse constantemente", coincide Roberto Monsalvo, responsable del área de Marketing de la Cooperativa Vitivinícola La Riojana.  

De acuerdo con el trabajo del Fondo Vitivinícola Mendoza, luego de la notable recuperación registrada por el sector vitivinícola argentino, tras atravesar la recesión y devaluación de 2001/02, la industria transita cierta madurez, donde la inversión es uno de los requisitos ineludibles para continuar este camino de crecimiento.   Esta presencia de tecnología de avanzada, y el creciente interés por alcanzar una mayor calidad en cada etapa del proceso, se advierte no sólo en las bodegas que elaboran vinos premium, sino también en las que producen vinos de consumo más masivo, resalta la entidad.   Los vinos de hasta $5 representan cerca del 90% del volumen que se vende en la Argentina y 70% de la facturación del sector, de acuerdo con la última auditoría de mercado que realizó la consultora Grupo CCR para la campaña de comunicación genérica "Vino Argentino. Un buen vino".   Al margen de los segmentos de precio, variedades y estilos, la incorporación de tecnología impacta en toda la categoría de vinos, con la consiguiente mejora sustancial de todos los productos que se consumen en el país y se venden en el exterior. Fuente: Télam

LA CIENCIA DE MIGUEL BRASCO

MIGUEL BRASCO
"Para aprender bien de vinos hay que ir al supermercado"
A los 80 años, es un reconocido humorista, escritor y dibujante. Pero con la televisión y el auge del consumo de vinos, se convirtió en uno de los principales referentes para hablar de uvas y cepas. Aunque critica la moda impuesta por la publicidad.

POR JUAN MANUEL GAIMARO
jgaimaro@larazon.com.ar

La cita es antes del mediodía en un coqueto departamento de Recoleta y de inmediato surge el lamento por no haberla pautado de noche, en algún bar. Así, la posibilidad de decirle "Dele, pida usted que yo invito" sería un privilegio para dejarse llevar por los conocimientos de un auténtico sibarita, casi en clase particular. Es que uno espera encontrarlo así a Miguel Brascó, el primer y más original crítico de vinos del país, siempre copa en mano y con sus clásicos tiradores y moño adornando una figura que delata su buen vivir. "El moño y los tiradores son como un uniforme. Sin darme cuenta se me convirtió en un look", dice, y aclara que los usa sólo porque así se lo pide la gente: "Lo grave es si estás filmando exteriores en un viñedo mendocino en pleno invierno. ¡Todo el mundo con bufanda hasta la cabeza y yo me tengo que sacar el saco para estar en tiradores!".

Pero es una buena forma de vida. ¿Será por eso que ahora hay una especie de auge del vino?
Es un fenómeno internacional provocado por un marketing norteamericano de posguerra. Lo importante de una bebida es que la gente la tome mientras come. Y el vino es un acompañamiento de la comida desde el Imperio Romano. El fenómeno de tantas cosas vinculadas con el vino no es más que una réplica del fashion, una moda impuesta por la publicidad.

¿Cómo explica entonces el furor de la gente por saber más, o de las degustaciones?
El vino es especial en la comida, fuera de ella es fashion. Las degustaciones son artificiales. El tipo que está así de ''dorapa'', tomando sin comer, diciendo que tal vino tiene aroma a frutos rojos, son macanas. Un circo.

¿Cómo se hace entonces para aprender de vinos?
Es que de vinos no hay que saber nada, simplemente hay que tomarlos. El argentino es un tomador de vino genético, tiene un feeling que viene de sus antepasados. Hay gente que viene y me dice ''yo no sé nada de vinos, nunca tomé en mi vida''. Pero vos le das un vino bueno y otro malo y no le erra nunca. Para aprender de vinos no hay que leer, ir a degustaciones ni a conferencias. Hay que ir al supermercado y comprar una botella, y una más de alguno parecido para comparar.

¿Entonces hay que tomar más?
La cultura del vino se adquiere sola, pero tenés que tener la curiosidad y estar predispuesto a probarlo. No hay ninguna cosa que ayude para nada, hay que probar atentamente, pensar y vincularlo con la comida. Para conocer más de vino hay que tomar más. El que sabe se distingue por la forma en que toma.

¿Usted cuándo empezó?
Desde que era chico. Mi generación no conocía la Coca Cola y los padres nos daban vino con soda. Primero mucha soda y un chorrito de vino, y después más vino y menos soda. La cultura del vino era natural. Pero se rompió esa evolución normal.

¿Varietales o de corte?
No existen los varietales, es un invento. El vino tradicional es mezcla o blend, que da una mayor versatilidad. El cabernet es un vino complicado, difícil, complejo, serio y austero; un merlot es frívolo o gay. Si vos los mezclás obtenés algo mejor. Es como invitar a comer a un tipo serio y a otro gracioso. Entonces tenés una comida equilibrada.

¿Hay normas para tomar vino?
El vino es mejor que cualquier otra bebida para comer, porque es más versátil. No hay ningún plato que no encuentre un vino que lo complemente o lo redondee. Hay normas muy generales que son indicativas pero no taxativas, no te obligan.

¿Incluso tomarlo con soda?
¡Con soda también! ¡Y con hielo también! Aunque es un mal uso argentino para tomarlo fresco. No hay obligaciones ni prohibiciones. Dicen ''tómelo a 16 grados'', pero son todas macanas. Depende de dónde estés: no es lo mismo un lugar con aire acondicionado que un quincho junto a la pileta. El vino se adecua a las circunstancias. Esos preceptos tan ortodoxos son siempre para desconfiar

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