ADVERTENCIA DISCUTIDA
POR LA ADVERTENCIA A LAS EMBARAZADAS
Francia: Bodegueros contra Gobierno
ADAM SAGE
THE TIMES
Los productores de vino franceses se la tienen jurada al ministro de Sanidad, Philippe Douste-Blazy, desde que propuso pegar en las botellas un mensaje de advertencia a las mujeres embarazadas. Los bodegueros, que culpan de la caída de sus ventas a la campaña del Gobierno contra el consumo de alcohol al volante, dicen que una advertencia sanitaria sería otro mazazo para ellos. Algunos miembros del partido de Douste-Blazy, la Unión para un Movimiento Popular (UMP), de centro-derecha, han hecho suya la causa de los productores y han dividido a la formación en esta polémica.
Douste-Blazy anunció que iba a presentar una ley que obligaría a que las etiquetas de las botellas de vino incluyeran un mensaje aconsejando a las mujeres embarazadas que se abstengan de beber alcohol. El anuncio se produjo después de que un fiscal decidiera investigar una querella interpuesta por tres mujeres cuyos hijos padecen un síndrome asociado al consumo de alcohol durante el embarazo.
Las mujeres acusan a los productores de vino de engañarlas deliberadamente al no haber hecho público el riesgo que corrían. Su abogado, Benoît Titran, señaló que el Código Penal francés contempla la obligación de anunciar los peligros que conllevan los productos que se venden al público.
El tema es especialmente sensible en Francia, donde 250.000 personas deben su sustento a un sector, el del vino, que se enfrenta a su mayor crisis en casi un siglo. Pero, tras estudiar la querella durante 18 meses, la fiscalía de Lille, una ciudad del norte del país, anunció que había iniciado una investigación que podría desembocar en una multa y una demanda por daños y perjuicios contra el Estado o las corporaciones de productores de vino.
Se cree que cada año nacen en Francia unos 7.000 bebés aquejados de Síndrome de Alcoholismo Fetal, una enfermedad que puede producir retrasos en el desarrollo físico y mental, problemas de conducta y, en los peores casos, malformaciones congénitas. Sin embargo, los productores de vino están furiosos con el titular de Sanidad y han pedido al primer ministro Jean-Pierre Raffarin que lo desautorice. Denis Verdier, presidente de la Federación Francesa de Cooperativas del Vino, ha declarado: "No está bien utilizar a las mujeres embarazadas para espantar al gran público".
Las bodegas franceses se hallan en crisis y una barrica de Burdeos se vende a un precio medio de 750 euros, en comparación con los 1.500 que se pagaban por ella hace cinco años.
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