Blogia
ENOLOGIA

ENOLOGIA DE CHILE 01

Escrito por: Shyla Arce Berenson

Descripción del País

Chile esta situado a lo largo de la costa occidental del cono sur de Sudamérica, en el segmento más alto de la cordillera de los Andes y el Océano Pacifico.

Su forma es única: es uno de los países más largos del mundo, con 4.300 KM de longitud, pero simultáneamente uno de los más angostos, con una anchura promedio de solo 180KM.

Posee toda la clase de climas existentes en el planeta exceptuando solo al clima tropical.

La lengua oficial de Chile es el español y su moneda es el Peso Chileno.

Su población asciende a 16.970.265 habitantes (hasta el 2009), la población es mestiza, mezcla de europeos e indígenas, cuyas tradiciones aun perciben en algunas partes del país

Vinos de Chile

La producción de vino en Chile es centenaria debido al origen español de su población, y ha subido solamente desde las últimas décadas del siglo XX cuando las compañías locales comenzaron a establecer lazos técnicos y comerciales con enólogos y viñedos franceses y estadounidenses. Como resultado, muchos vinos chilenos han escalado posiciones hasta encontrarse entre los más admirados del mundo. Los mejores viñedos de Chile se concentran en seis valles en la zona centro del país: Valle de Casablanca, Valle del Maipo, Valle del Maule, Valle de Curicó, Valle del Rapel y Valle de Colchagua. Se cultivan fundamentalmente variedades de uva francesas, refinando los ensamblados y las técnicas de maduración con buenos resultados.

Junto con los australianos, los vinos chilenos son los vinos más exitosos en términos de exportación orientada al mercado masivo, y son ya hoy en día uno de los estandartes de los que se han denominados “vinos del nuevo mundo.

Principales Cepas Originarias del país

CARMENÈRE

Aromas y sabores: cuando se le trata como es debido, el Carmenère huele a frutillas, a chocolate, a moras maduras. En la boca sus taninos por lo general son suaves y su acidez es más baja si se le compara con el referente habitual del Cabernet Sauvignon. Por lo mismo es un vino amable, abordable en el corto plazo lo que no excluye que los exponentes más concentrados (y sobre todo mezclados con Cabernet Sauvignon) tengan un interesante potencial de guarda.

Gastronomía: un Carmenère varietal, joven, ligero puede perfectamente servirse más frío y acompañar a un pescado como el salmón, la corvina o el atún. Las versiones más concentradas, con paso por madera, van perfecto con pastas bajo salsas en base a crema, parmesano o tomate. Por mucho tiempo en Chile se pensó que el Merlot, el famoso y acaramelado Merlot, era eso y no otra cosa. A principios de los años 90, sin embargo, el profesor Claude Valat de la Universidad de Montpellier, puso la voz de alerta. "Bien señores, no sé lo que es, pero estoy seguro que no es Merlot" dijo Monsieur Valat. Tiempo después, el ampelógrafo Jean Michel Boursiquot dejó las cosas en claro. "Esto es Carmenère".

Por supuesto que el asunto no fue tan simple. La verdad es que muchos de los viñedos chilenos no son puros lo que significa que en un mismo predio, bajo el rótulo Merlot, había Cabernet Franc, Merlot, Carmenère. Una ensalada que con el avance de la viticultura nacional se ha ido aclarando. Pero volvamos al Carmenère. Los más entusiastas dicen que esta cepa será, en un futuro muy cercano, la bandera tinta de Chile tal como el Malbec lo es para Argentina o el Tannat lo es para Uruguay. Sí, puede ser, pero todavía falta mucho.

El Carmenère es una cepa que tiende a ser excesivamente vegetativa, "Se va en vicio" como dice los campesinos chilenos, es decir, produce muchas hojas en desmedro de la calidad de las uvas. En suelos fértiles, con agua en abundancia, sin un manejo de las parras adecuado, el Carmenère se relaja y los vinos que se obtienen ofrecen ese inconfundible aroma a pimentón verde junto con notas a hojas secas, a palo. Nada muy agradable.

Esto es un asunto más o menos comprendido y la tendencia entre los productores más importantes es a plantar en laderas o, si no es posible, a manejar el viñedo de la forma más prolija posible. Un último punto es que la suavidad tánica del Carmenère, unido a su baja acidez, a su magnífico color y a sus encantadoras notas aromáticas lo hacen ser un vino abordable, rico. Los mejores exponentes chilenos hoy, sin embargo, han optado por mezclarlo con la potencia, la austeridad y la elegancia del Cabernet Sauvignon. Los resultados han sido sorprendentes.

Para los que gustan de la historia, les contamos que en el Burdeos pre-filoxérico, el Carmenère tenía un papel más que honroso en los grandes tintos de esa zona. Sin embargo, su madurez tardía, su pobre comportamiento en porta-injertos y su susceptibilidad a una enfermedad conocida como Coulure (problemas con la determinación de la fruta luego de la floración) terminaron con su reinado.

País

Fue traída del sur de España,  cultivada por viñateros especializados en la elaboración de vinos tradicionales, una cultura de reyes, que disfrutaban al consumirlos en los grandes banquetes, por el clero católico, terratenientes, campesinos, soldados, etc. Fue cortada y traída a Chile por los españoles en el tiempo de la colonia,  esta cepa se refugio  en Tulahuén donde la cultivaron con cuidado,  al poco tiempo los racimos negros y de excelentes cualidades pasaron a ser trasformados en vinos generosos, por hombres visionarios, como la familia Camposano, Guzmán, Perry y otros lugareños, como Don Amable, que producían aguardientes, mistelas, vinos dulces, chacolí y chicha. En este continente también paso por las mejores mesas de estos valles nortinos y se dio a conocer trasformados en vinos especiales, que se trasportaban en tropas de mulares en vasijas de cuero para su comercialización en las distintas localidades. Las tropas de mulares, con sus contenidos salían de Tulahuén, por caminos agrestes, polvorientos, pasando por Combarbalá, Illapel, Salamanca, Llallay y llegando finalmente a las Condes en Santiago.

Un vino distinto, único, al cual hay que acostumbrar nuestro saturado paladar que sufre las consecuencias de una homogenización completa de los vinos que actualmente se consumen. Esta homogenización se debe a la utilización de genéticas idénticas en las vides, levaduras similares un y proceso de vinificación rápido y homogéneo que sólo busca encontrar una solución estable en el tiempo.

0 comentarios