PROGRAMAS PROFESIONALES EN EL MUNDO
Por: Noelia García
España, con 1,082 millones de hectáreas destinadas al cultivo de la vid, sigue siendo el país con mayor extensión de viñedo de la Unión Europea (UE) y del mundo, según el estudio El vino en cifras elaborado para el ICEX por el Observatorio Español del Mercado del Vino. España es uno de los grandes productores mundiales de vino: primero en el ranking por superficie plantada, tercero por producción (debido a un rendimiento menor que el de Francia e Italia) y segundo exportador mundial en términos de volumen, aunque tercero en términos de valor, según el estudio del ICEX.
La producción de vino en España lleva seis campañas continuadas de una gran estabilidad en el entorno de los 40 millones de hectolitros. En la campaña 2009/2010, y según los datos del Fondo Español de Garantía Agraria (FEGA), ascendió a 39,9 millones de hectolitros. Además, en 2011, y según datos analizados por el Observatorio Español del Mercado del Vino, las exportaciones españolas de vino están alcanzando cifras récord, habiendo superado en el interanual de agosto los 2.100 millones de litros con unos aumentos del 27,4 por ciento. Todo esto significa que, para los enólogos, hay una larga carrera profesional.
Formación
Con Bolonia (Espacio Europeo de Educación Superior, EEES), se dijo adiós al acceso a la enología desde carreras como Química, Ingeniería Técnica Agrícola, Biología, Farmacia o Ingeniería Superior Agrícola. Ahora se dispone de grados específicos que poseen competencias profesionales propias de un enólogo, como el saber adaptarse a las exigencias del mercado salvaguardando la tipicidad y personalidad de la zona vinícola y del mapa varietal. La creciente demanda de estos estudios obedece a las exigencias de un mercado en alza, que exige de formación especializada, en especial, en comunidades vinícolas. De hecho, son pocas las universidades donde se imparten estos estudios: La Rioja, Tarragona, Palencia, Elche, Extremadura, Valencia y Andalucía.
El sector vitivinícola español es de gran importancia tanto por el valor económico que genera como por la población que ocupa y el papel que desempeña en la conservación medioambiental.
Vicente Orihuela, director académico del Máster en Dirección y Gestión de Empresas Vitivinícolas y director-gerente de la Bodega Cuatro Rayas, de la Denominación de Origen Rueda en Valladolid, comenta que en Castilla y León hay mucha demanda al existir una oferta de empleo grande, debido a las numerosas bodegas que hay en la región. "Nuestro máster no es de enología únicamente, sino que abarca todos los aspectos de la gestión de la empresa vitivinícola", indica.
Sin embargo, Fernando Martínez de Toda, director y catedrático de Viticultura, profesor del máster en Viticultura, Enología y Dirección de Empresas Vitivinícolas de la Universidad de la Rioja (UR), afirma que, hasta ahora, siempre ha habido más demanda que plazas ofertadas.
Belén Ayestarán, directora de estudios de la UR, explica que la mayoría de los alumnos egresados están colocados en el sector. Es verdad que antes tardaban menos tiempo en colocarse y ahora con la crisis está cambiando y se tarda más tiempo.
Según un estudio sectorial de 2011 encargado por la Consejería de Empleo, Mujer e Inmigración de la Comunidad de Madrid sobre los perfiles existentes y las necesidades formativas en el ámbito de las industrias alimenticias, enólogos, catadores de alimentos, técnicos de medio ambiente y técnicos en seguridad alimentaria son los perfiles laborales que aumentarán su importancia.
Un enólogo debe saber
Vicente Orihuela afirma que, además de los aspectos extrictamente técnicos, es básico un perfil comercial, conocimiento de idiomas (sobre todo inglés) y ser capaz de investigar y conocer lo que el mercado reclama. Es básico tener una orientación al consumidor.
Fernando Martínez de Toda asegura que, aparte de lo relacionado con la profesión, deben conocer perfectamente la viticultura, porque es ahí donde está la base de la calidad.
Como para cualquier otra profesión, es necesario que atraiga al sector. Se trata de un ámbito con un encanto especial, pues el vino forma parte de la cultura en España, y llega a ser un producto alimentario con un toque distinguido, comenta Orihuela.
Según el director y catedrático de Viticultura, nos encontramos en un momento muy crítico en el que disminuye la rentabilidad y aumenta la competencia y es fundamental la preparación técnica y la innovación. Y lo más importante para ser un buen enólogo es el deseo de aprender todo lo relacionado con el mundo del vino, es una formación muy vocacional.
Empleabilidad
Los jóvenes se animan a estudiar enología en primer lugar porque les gusta o porque vienen de familias con bodegas y quieren continuar con el negocio. Según el director-gerente de la Bodega Cuatro Rayas, hay una importante oferta de bodegas, donde reclaman no solo enólogos sino también comerciales, responsables de comunicación, etc., y, por supuesto, el dar continuidad al negocio familiar es otra de las razones.
Las salidas laborales son varias: desde dirigir y llevar una plantación de viñedo, la elaboración y crianza del vino, montar un empresa de análisis del morapio, dedicarse al marketing del caldo, de planta de viña y de productos relacionados, montar una escuela de cata, crear empresas relacionadas con materiales auxiliares de la uva y vino...
Cada vez son más las mujeres que demuestran sus dotes en el mundo del vino, pero aún no son suficientes las referentes con nombre propio que animen a las jóvenes a seguir sus pasos. De hecho, según Isabel Mijares, bautizada como "la mujer del vino", cree que la mujer pone mucha más pasión que el hombre a la hora de catar (utilizando todos los sentidos) y por eso es capaz de percibir toda la esencia que ofrece. Aún así, son pocas las mujeres que pasan a las aulas para convertirse en especialistas del vino.
La Rioja como paradigma
La Universidad de La Rioja (UR) fue el primer campus de España en impartir la Licenciatura en Enología , de segundo ciclo, en el curso 1996-1997.
El Complejo Científico-Tecnológico alberga las instalaciones en las que se desarrolla la docencia y la investigación de esta titulación, como una sala de análisis sensorial (sala de catas) y una bodega experimental en la que los alumnos aprenden a elaborar su propio vino.
La investigación desarrollada en la Universidad de La Rioja en relación con el mundo del vino abarca desde la fermentación del mosto, la estabilidad del color del vino, la afección de plagas en el viñedo, la recuperación de variedades minoritarias de vid, el diseño de maquinaria vitivinícola, el valor de marca de la denominación de origen calificada Rioja, la historia del vino de Rioja, el derecho vitivinícola o la relación del vino con el cine y la literatura.
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