EL COLOR DEL VINO - 01
Por: Jaime Ariansen Céspedes - Instituto de los Andes
El sentido mas apreciado y utilizado en nuestra vida cotidiana es la vista y claro esta, también necesita de una cierta educación y refinamiento. La disciplina respectiva la podríamos llamar "La teoría del color" y con ella podemos disfrutar plenamente de la naturaleza y múltiples aplicaciones como en la pintura, el diseño, la arquitectura, la textilería, la gastronomía y por supuesto el tema que nos ocupa, la enología.
El color transmite información y sentimiento. La forma y el colorido de las cosas nos permiten procesar una primera impresión y gracias a la evolución humana hemos podido desarrollar la "computadora" que tenemos en el cerebro sobre el mundo del color y podemos en tiempo real apreciar las cualidades de los productos.
La evaluación del vino comienza con el sentido de la vista, podemos tener una opinión general con solo mirarlo, pero hay que cumplir con unos cuantos requisitos referidos a conocimientos específicos, experiencia y medio ambiente.
Los vinos nos presentan colores y matices que van desde un amarillo pálido hasta un rojo rubí intenso pasando por múltiples variantes y combinaciones. Los responsables principales son unas sustancias contenidas en los hollejos de las diferentes uvas y en forma secundaria por las semillas, la madera de las barricas, la irradiación de la luz solar en las botellas, las técnicas de elaboración, la edad, la conservación, su salud, etc.
El vino está sometido a las leyes físicas, Es decir, absorbe cierta franja del espectro que compone la luz y refleja otra. El color en los vinos blancos varía desde lo casi incoloro, algunos con variados matices desde el verdoso hasta un amarillo intenso.
La tendencia general de los vinos blancos es a oscurecerse con el paso del tiempo. Con mayor razón si han sido sometidos a crianza en barricas, lo normal es que tengan mayor intensidad de color.
El color del vino tinto confiere mucha información, la gama varía desde el rojo violeta oscuro, el famoso rubí, gran variedad de rojos, con tonos anaranjados y marrones.
Los vinos tintos pierden color y brillo con la edad. Por ello es posible determinar si se trata de tintos muy jóvenes o añejos.
La técnica indica observar la copa el vino desde el centro hacia los bordes. Si mantiene el matiz uniforme es muy posible que sea un vino joven. Si en los bordes es más claro o con tonos marrones es casi seguro que se trata de un vino de cierta edad.
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