Matrimonio indisoluble entre vinos y quesos
Todo un plan: acompañar unos buenos quesos -que desde hace rato se elaboran muy bien en Colombia- con unos buenos vinos. La idea es intentar el equilibrio entre los quesos nacionales gourmet y las cepas indicadas de los vinos más populares del mercado. Habrá entonces que aguzar todos los sentidos: observar todos los colores, olfatear a profundidad los productos, palpar las texturas, degustarlo todo lentamente y tener el tiempo de oír a los demás.
Pues bien, ese matrimonio indisoluble que es el vino y el queso, cada vez se disfruta con más y más gozo. Por eso, el chef en jefe de Alpina, Freddy Villada, el chef y sommelier Jorge López y el experto quesero Miguel Ángel Cuervo -recientemente ganadores del premio internacional ’Queso del año’, realizado en Buenos Aires, con un Brie-, diseñaron para CAMBIO un maridaje sencillo y muy sabroso. Inténtelo.
Holandés y Merlot
Este queso semi-duro, de origen holandés, que tiene un año de maduración, color amarillo pálido y ligeros aromas a cremas y mantequilla (el cual todos conocen como Gouda), va muy bien con un Merlot, gracias a que esta cepa, de frutos suaves, no es muy ácida y jamás atropellaría la docilidad de este queso.
Tilsit y Malbec
De corteza suave, de origen alemán, con 60 días de maduración, con toques de orégano y albahaca, con un color amarillo pardo, este es un queso que cuadra perfectamente con un Malbec, por cuenta de que este vino, que es muy equilibrado, no es picante y sus frutos maduros y vivaces matizan muy bien las yerbas suaves del Tilsit.
Gruyere y Carmenere
Con 80 días de maduración, este queso de origen suizo, que no es ni dulce ni salado -y que es ideal para el fondeu y los sánduches gourmet-, equilibra muy bien con el Carmenere (mejor si es reserva), en la medida en que al ser vino no muy concentrado -pero que queda en el paladar-, permite entenderlo todo.
Emmental y Tempranillo
El rey de los quesos del mundo, que tiene 90 días de maduración y esos huecos que los queseros llama ’ojos’, casa perfectamente con una de las cepas más tradicionales de España, Tempranillo, gracias a que es noble y suave y, así, resalta los tonos a nueces de este delicado queso de aroma amargo y robusto.
Brie y Chardonay
De origen francés, adorado en el mundo entero por su textura aterciopelada, este queso graso y semiduro, de color marfil intenso, encuentra en un Chardonay a su pareja ideal. La famosa cepa blanca francesa hace que se atenúe la intensidad del moho de este queso que se derrite con solo mirarlo. Ojo, el vino bien frío.
Azul y Late harvest
De origen francés -y que en Colombia se parece mucho más a un gorgonzola italiano-, es un queso que tarda 45 días en madurar y que, dicen, "sugiere la orilla del mar". Pues bien, gracias a su fuerte gusto, el maridaje ideal es este vino de origen francés, de cosecha tardía, muy afrutado, dulce y casi meloso. Entonces se sella la cata.
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