LAS BEBIDAS MÁS RARAS
Vodka de panceta, vino con ratón, cerveza de pizza y otros asquerosos inventos líquidos.
Decir que son bebidas distintas minimiza el impacto. Estos líquidos provienen de tierras lejanas, en envases extraños; incluso, pasan mágicamente de una serie de ficción a la máquina expendedora. La demanda de consumo para los paladares más variados está, como lo muestra esta lista de productos, llegando al alcance de la mano. Sólo falta hacer de tripas corazón y atreverse a probarlos.
1. Vino de serpiente
Es cierto que los vietnamitas lo elaboran desde hace años, pero a ojos occidentales resulta escalofriantemente novedoso. Esta bebida, que consta de licor de arroz, hierbas y una serpiente destilando veneno, se publicita como antídoto para la caída de pelo y la impotencia. Las proteínas letales, se aclara, caen desactivadas por el metanol. Sólo para temerarios.
2. Licor tres lagartos
Los asiáticos parecen tener un gusto especial por los terrarios. Quizá sea superstición, pero en algunos pueblos chinos y vietnamitas circula la creencia de que introducir tres lagartos en un licor otorga más energía al cuerpo de quien lo beba. La ecuación sería: cuanto más borracho, más poderoso. A esta altura, atragantarse con el gusano de una botella de mezcal resulta un hecho menor.
3. Cerveza de pizza
Idealmente, la pizza se acompaña de una buena cerveza bien fría, pero los norteamericanos Tom y Athena Seefurth decidieron acortar camino e inventaron una cerveza de pizza, que es tan artesanal como una redonda de mozzarella. La receta incluye centeno, ajo, tomate, orégano, y una pizca (pero sólo una pizca) de malta. Un asco.
4. Vino de ratón
Otro brebaje con sorpresa. Porque así como todo se come, en el Lejano Oriente todo se bebe. Este explosivo cóctel, indigno para una primera cita, es en realidad otra arma contra cualquier enfermedad imaginable, y se prepara en una especie de whisky de arroz, en el que se deja fermentar una cría de ratón (máximo tres meses) por espacio de un año. ¡Ah!, para surtir efecto, la alimaña debe ahogarse viva.
5. Stout chocolatada con esencia a donuts
Aunque hay antecedentes de una sweet stout británica, que utiliza cascarilla de cacao para destilar un bouquet de buen cuerpo y dulzón, la maltería Shenadoah Brewing fue un paso más allá al introducir esta variedad que no sólo incluye malta chocolatada, sino chocolate real con esencia de donuts, las rosquillas que tanto le gusta a Homero Simpson. Un insulto para los fanáticos de Guinness. Y encima, empalagosa.
6. Cerveza en envase animal disecado
Los fanáticos de Damien Hirst y otros taxidermistas volcados al arte no deben perderse (y si les da el bolsillo, adquirir) la nueva línea de la cervecera BrewDog. Se llama The End of History, y es altísima tanto en alcoholemia (55 %) como en presentación: son 12 envases de colección, a 765 dólares cada uno, con la apariencia de siete armiños, cuatro ardillas y un conejo… disecados.
7. Licor de marihuana
Este invento procede de Holanda, y al igual que el yuyo del que se extrae, se vende libremente en las calles de Amsterdam. La graduación alcohólica es más bien liviana (sólo un 14,5 %); claro que lo pesado acá viene por otro lado, y dicen que basta con observar su verde electrizante para rendirse a sus encantos. Otro dato: se recomienda como digestivo para después de las comidas.
8. Vodka de tocino
Al fin, una bebida con “huésped” que no resulta tan repulsiva. El Bakon Vodka se manufactura en la ciudad de Seattle; cuenta en su interior con una lonja de tocino recién cocido y es, desde luego, un vodka espirituoso, picantón. Se lo publicita como ideal para hacer un Bloody Mary y experimentar creando otros tragos.
Por Jorge Luis Fernández
1. Vino de serpiente
Es cierto que los vietnamitas lo elaboran desde hace años, pero a ojos occidentales resulta escalofriantemente novedoso. Esta bebida, que consta de licor de arroz, hierbas y una serpiente destilando veneno, se publicita como antídoto para la caída de pelo y la impotencia. Las proteínas letales, se aclara, caen desactivadas por el metanol. Sólo para temerarios.
2. Licor tres lagartos
Los asiáticos parecen tener un gusto especial por los terrarios. Quizá sea superstición, pero en algunos pueblos chinos y vietnamitas circula la creencia de que introducir tres lagartos en un licor otorga más energía al cuerpo de quien lo beba. La ecuación sería: cuanto más borracho, más poderoso. A esta altura, atragantarse con el gusano de una botella de mezcal resulta un hecho menor.
3. Cerveza de pizza
Idealmente, la pizza se acompaña de una buena cerveza bien fría, pero los norteamericanos Tom y Athena Seefurth decidieron acortar camino e inventaron una cerveza de pizza, que es tan artesanal como una redonda de mozzarella. La receta incluye centeno, ajo, tomate, orégano, y una pizca (pero sólo una pizca) de malta. Un asco.
4. Vino de ratón
Otro brebaje con sorpresa. Porque así como todo se come, en el Lejano Oriente todo se bebe. Este explosivo cóctel, indigno para una primera cita, es en realidad otra arma contra cualquier enfermedad imaginable, y se prepara en una especie de whisky de arroz, en el que se deja fermentar una cría de ratón (máximo tres meses) por espacio de un año. ¡Ah!, para surtir efecto, la alimaña debe ahogarse viva.
5. Stout chocolatada con esencia a donuts
Aunque hay antecedentes de una sweet stout británica, que utiliza cascarilla de cacao para destilar un bouquet de buen cuerpo y dulzón, la maltería Shenadoah Brewing fue un paso más allá al introducir esta variedad que no sólo incluye malta chocolatada, sino chocolate real con esencia de donuts, las rosquillas que tanto le gusta a Homero Simpson. Un insulto para los fanáticos de Guinness. Y encima, empalagosa.
6. Cerveza en envase animal disecado
Los fanáticos de Damien Hirst y otros taxidermistas volcados al arte no deben perderse (y si les da el bolsillo, adquirir) la nueva línea de la cervecera BrewDog. Se llama The End of History, y es altísima tanto en alcoholemia (55 %) como en presentación: son 12 envases de colección, a 765 dólares cada uno, con la apariencia de siete armiños, cuatro ardillas y un conejo… disecados.
7. Licor de marihuana
Este invento procede de Holanda, y al igual que el yuyo del que se extrae, se vende libremente en las calles de Amsterdam. La graduación alcohólica es más bien liviana (sólo un 14,5 %); claro que lo pesado acá viene por otro lado, y dicen que basta con observar su verde electrizante para rendirse a sus encantos. Otro dato: se recomienda como digestivo para después de las comidas.
8. Vodka de tocino
Al fin, una bebida con “huésped” que no resulta tan repulsiva. El Bakon Vodka se manufactura en la ciudad de Seattle; cuenta en su interior con una lonja de tocino recién cocido y es, desde luego, un vodka espirituoso, picantón. Se lo publicita como ideal para hacer un Bloody Mary y experimentar creando otros tragos.
Por Jorge Luis Fernández
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