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ENOLOGIA

38 CHAMPAGNE

LA CAIDA DEL CHAMPAGNE

CHAMPAGNE, PRIMERA CAÍDA DEL SIGLO
 
Las ventas de champán bajaron en 2008 un 4,8% con respecto al año anterior, lo que supone la primera caída registrada por el más famoso espumoso del mundo desde hace ocho años, informa el Comité Interprofesional de Vinos de Champaña (CIVC). La disminución de las ventas se explica por la crisis económica, pero también porque en 2007 alcanzaron niveles particularmente altos, indicó la organización. El año pasado se vendieron 322,4 millones de botellas de champán, frente a las 338,7 millones del año anterior. En los últimos años, las ventas de champán habían aumentado una media del 2% anual.
 
En 2000 se produjo la última caída interanual. Según explica la Agence France-Presse, las ventas pasaron entonces de 327 millones en 1999 a 253 millones, cuando los almacenamientos masivos en previsión de las celebraciones del cambio de millones habían llevado a los clientes a reducir masivamente sus 'stocks'.
 

En lo que se refiere a 2008, las ventas comenzaron a caer de forma importante en septiembre, pero se recuperaron durante la temporada navideña, cuando subieron un 3,3% con respecto al mismo periodo de 2007.
 
En Francia la caída de las ventas fue del 3,6%, inferior a la registrada en el conjunto de la Unión Europea (6,5%) y en el resto de los mercados (6,2%). Las ventas registradas en países emergentes compensaron en parte la caída en países tradicionalmente consumidores de champán, indicó la CIVC.
 
http://www.champagne.com.fr

EL PLACER DE BEBER

 

El Placer de Beber - Por Armando Scannone
Champagne en francés, es quizás la mayor contribución al placer que la sabiduría y experiencia vitivinícolas francesas han dado al mundo. Es un vino festivo, agradable, complejo, que invita a la alegría, casi sinónimo de fiesta, en el cual se reúnen su bello y luminoso color, su complejo bouquet, su inigualable sabor y sedosidad y muy especialmente su efervescencia que permite que sus finas burbujas, con su cosquilleo, hagan fiesta voluptuosa en la boca. Es el vino espumoso por antonomasia que además, por las estrictas exigencias en todas las fases de su elaboración, ha pasado a ser considerado, sin discusión, el aristócrata de los vinos espumosos.
 
La naturaleza del suelo, las variedades de uva y la posición geográfica de la región de Champagne, le dan características inimitables al champagne. Es un vino de mezcla, de "assemblage", de vinos y cosechas, lo que le da complejidad y balance y que quizás, lo mas importante, lo mas vital, en la elaboración del champaña sea: el arte de mezclar, que permite al maestro mezclador, utilizar su experiencia y talento, así como su reserva de vinos de diferentes viñedos y de diferentes añadas, por eso el tremendo esfuerzo que cada casa debe realizar para obtener los mejores vinos "tranquilos" que cada primavera van a servir de base para la mezcla.
 
Primeramente las uvas deben ser correctamente cosechadas. Debe hacerse obligatoriamente en Champagne a mano, pues apenas ligeros daños a la piel de las uvas negras que se utilizan para el champaña, podría producir vinos de diferentes tintes de color. Las normas oficiales de calidad estipularon en 1983 que se requieren 160 kilos de uvas para obtener 1 hectolítro de mosto o jugo, lo que cada año, de acuerdo a las condiciones y pronósticos de cosechas puede ser oficialmente modificado. Por otra parte las prensas verticales tradicionales, hoy en vías de ser reemplazadas, pueden recibir 4,000 kilos de uvas que producen 2.666 litros de mosto o jugo, de los cuales los primeros 2.050 constituyen lo que se denomina la "cuvée", (*), la primera prensada, la mejor calidad, los siguientes 410 litros constituyen lo que en Champagne se denomina "premiere taille" y la última parte, 205 litros, es denominada "deuxieme taille". Estas dos ultimas partes de la prensada, en general son utilizadas para segundas marcas mas económicas de cada casa o para marcas de algún comprador que las vende bajo su nombre.
 
Los vinos obtenidos a partir de la "cuvée", (*) van a determinar el estilo, las características de cada casa, de cada fabricante, guardado celosamente, en cada caso, en la memoria de los "maestros de bodega", que catan cuanto sea necesario los vinos que han de conformarla y que por años mantienen y trasmiten además cuidadosamente su sabiduría y experiencia a quienes serán sus sucesores, tratando siempre no sólo de mantener la calidad sino de mejorarla, lo que vale también para todas las fases de la elaboración del champaña.
 
La región vinícola de Champagne está situada al noroeste de Francia, a lo largo del valle del río Marne. Fue en 1927 que su extensión vinícola quedó definitivamente establecida. Ha sido por siglos productora de vinos, originalmente "tranquilos" que eventualmente espumaban en la botella con la consiguiente rotura de algunas. Es a partir de la segunda mitad del siglo XVII, que algunos cambios fundamentales dieron origen al champaña actual cuando Dom Perignon, abad del monasterio de Hautvillers, hizo aportes revolucionarios para su producción, muy pequeña hasta el siglo XIX, cuando en la casa Veuve Clicquot se inventó el "pupitre" para la removida, "remuage", de las botellas, así como la dosificación exacta del azúcar para promover la segunda fermentación (en botella), hechos que permitieron su industrialización en gran escala.
 
(*) CUVÉE: "Substantivo que en francés significa el contenido de una cuba. Se aplica al vino proveniente de una misma cuba o todo el vino hacho en un momento dado o en similares condiciones. En Champagne, la palabra tiene otros significados: el vino del primer prensado, por una parte, y cierta mezcla de diversos vinos o una fracción determinada de vinos en reserva para mezclar con otros". (Guía EXCESO de vinos y destilados).

PRODUCCION DE VINOS ESPUMOSOS

 


elcatavinos.com - Vinos espumosos o sparkling wines, como lo llaman los anglosajones, spumante, que le dicen los italianos y portugueses o simplemente champagne, para los franceses, todos ellos tienen una raiz común que es su alto contenido en gas carbónico, obtenido de manera natural por una segunda fermentación, en la mayoría de los casos, o de manera artificial en los menos.
En España utilizamos la palabra Cava para definir al más excelso de los vinos espumosos. Esta palabra ha venido a sustituir a la denominación Champagne o Método Champagnoise, que proviniendo de la región francesa de Champagne, solo pueden beneficiarse de ella, los de aquella región. El Cava como tal, que se elabora desde hace más de 100 años en la región del Penedés, tiene suficiente personalidad y tradición como para presentarse ante los consumidores nacionales e internacionales y ocupar lugares de privilegio en el contexto mundial de los vinos espumosos.
El inventor del Champagne, o sea de vinos con segunda fermentación, fue un padre Benedictino llamado Dom Perignon, que en el Siglo XVII, no se sabe si por casualidad o por experimentación, consiguió éste maravilloso producto.
Cava es un vino espumosos procedente de determinados tipo de uva, que contiene, como consecuencia de su especial elaboración, gas carbónico, formando al descorchar la botella, y escanciarla en una copa, espuma de sensible persistencia, seguida de un desprendimiento continuo de burbujas

Lo primero que hemos de conseguir para hacer un buen cava es un buen vino. Es preciso conseguir vinos con un notable porcentaje de acidez total, entre 7 y 8 grs. El Consejo Regulador de los Cavas, solo autoriza las variedades blancas de cepa Macabeo o Viura, Xarel·lo, Parellada, Chardonnay y Malvasía o Subirat; y en tintas Garnacha y Monastrell, para su elaboración.
Los cavistas cuidan en extremo el conseguir un buen vino, adelantando para ello la vendimia, con el fin de obtener vinos jóvenes y afrutados, con una notable acidez. El racimo debe ser transportado a la bodega en las mejores condiciones y su prensado, hasta conseguir un mosto limpio, se hace por medio de la más avanzada tecnología, utilizando para ello y en forma muy generalizada, prensas neumáticas, que, por presión de aire, rompen los granos si tan siquiera tocarlos.
Obtenido el mosto limpio y terminadas las fermentaciones que lo convierten en vino, éste, se mezcla con un 20% de vino de la cosecha anterior para darle mayor consistencia; destaquemos aquí que no todas las bodegas emplean ésta práctica, pero quien lo hace refuerza la debilidad de algunos vinos obtenidos en cosecha temprana.
A continuación es embotellado en las típicas botellas de cava, de color verde oscuro para preservar el contenido de la luz, y de vidrio muy grueso y reforzado para poder aguantar las 4 atmósferas de presión que se originarán en su interior.
A éste vino, que llaman " de tiraje" se le añade azúcar y levaduras en muy pequeña proporción, para que se produzca el fenómeno de una segunda fermentación. El azúcar se convertirá en gas carbónico y alcohol, al tiempo que servirá de alimento a las levaduras. Se tapan las botellas con un tapón provisional, del tipo de una chapa de cerveza y donde se indica la fecha, y se colocan en "rima", es decir acostadas y apiladas, por un tiempo determinado según el tipo de cava que se quiera elaborar. Así deberá permanecer un mínimo de nueve meses, para tener la autorización de denominarlo Cava. Este es el caso de los semi-secos, extra o secos, no estando reglamentadas por el Consejo Regulador las expresiones Brut o Brut Nature. En lo que se refiere a los períodos de crianza, solamente se regula el cava gran reserva, en el que el período de permanencia en rima debe ser superior a 30 meses. La controversia surgida últimamente al respecto ha obligado al Consejo Regulador a estudiar una reforma del Reglamento y que está en fase preeliminar.

Durante éste tiempo tiene lugar la ya mencionada segunda fermentación dentro de la botella. Los residuos o heces que se producen, se acumulan, por decantación, en un lado de la botella. El siguiente paso será el traslado de éstas, de la rima al "pupitre", especie de grandes uves invertidas de madera o cemento, donde manos expertas harán que los residuos acumulados en el lado de la botella se trasladen hasta el cuello de la misma a base de decantación y cuartos de vuelta. Cuando por éste artesanal sistema las botellas estén en punta, estarán listas para pasar al "degüelle", que no es otra cosa que congelar, por medio de máquinas especiales preparadas para tal proceso, el cuello de la botella donde están depositados los residuos y que al extraer el tapón, también por medios mecánicos, el mismo gas carbónico que contiene el cava, hará que salga despedio con fuerza llevándose consigo las impurezas.

 En éste proceso la botella sufre una pérdida mínima de líquido que habrá que reemplazar, y que supone un fundamento básico en la elaboración de un cava. Es aquí donde interviene el llamado "licor de expedición", mezcla de brandy, vino y azúcar, en proporciones diferentes según los cavistas, y que en definitiva significará el sabor de cada bodega, la "marca de fábrica", que distinguirá unos elaborados de otros. Cuanta mayor cantidad de licor de expedición lleve un cava o cuanto más dulce sea éste, menor será la necesidad de que el vino que lo ha producido, sea de excelente calidad, y viceversa.
Esta pérdida de líquido después del degüelle, es repuesta por el licor de expedición y que según las proporciones de azúcar que contenga, identificará el cava ante el consumidor:
Un "Cava Dulce", tendrá más de 50 gr. de azúcar por litro.
Un "Cava Semi", de 30 a 50 gr.
Un "Cava Seco", de 20 a 30 gr.
Un "Cava Brut", de 0 a 20 gr.
Un "Cava Nature", se reemplazará con el mismo líquido perdido, esto es, exento de licor de expedición, y los azúcares que pudiese contener serán los propios del vino base con que se elaboró.

Llenas las botellas, pasaran por el tren de tapado, utilizando para ello un buen tapón de corcho en el que figurará, en su parte plana interior de la botella, una estrella de cuatro puntas, signo de autenticidad del Cava. A continuación se coloca el "morrión", que es el alambre que sujeta el tapón. Se lava la botella, se seca, se agita para lograr uniformidad de contenidos, y se acaba colocando la etiqueta y capucha.

Otros métodos de elaboración en vinos espumosos:

Método Tradicional: Se sigue el mismo procedimiento de un cava pero están excluidos de la Denominación Cava. Se comercializan en su propia región de producción, y que no están incluidas en las zonas autorizadas por el Consejo Regulador para producir Cava. Sujetos a las mismas normas de elaboración y crianza, en la etiqueta no puede aparecer la palabra Cava, sino "vino espumoso natural" y "método tradicional".

 Granvás: Denominado también "grandes envases", "cuvée closse" o "método Charmat", es el vino espumoso natural cuya segunda fermentación tiene lugar en grandes envases de cierre hermético y de acero inoxidable. Debe permanecer en el depósito al menos 21 días, desde la adición de levaduras hasta su embotellado y comercialización. La identificación de su procedencia la da una circunferencia impresa en la parte plana del corcho, del lado interior de la botella.

 Vinos gasificados: Es la escala más baja de los vinos espumosos, tanto en lo que se refiere a precio como a calidad. Son vinos sin grandes atributos a los que se les adiciona, de manera artificial, la totalidad o parte del gas carbónico que contienen. Se identifican mediante la impresión de un triángulo en la cara interior del tapón de corcho, y si éste es de plástico, en la cara externa. En la etiqueta de aparecer la expresión "vino gasificado".

EL CHAMPAGNE

por: Lic. Marcela Licata - zonadiet.com

La Champagne es la más septentrional y una de las más importantes regiones vinícolas de Francia, ya que produce el vino espumoso del mismo nombre (blanco o rosado), elaborado según el método tradicional de la región.

Esta localidad se encuentra situada a aproximadamente 200 Km. de Paris, son 34.000 hectáreas, de las cuales 31.000 están cultivadas. Sus vinos deben cumplir con condiciones ya establecidas para poder tener derecho a denominación de origen, como ser:

  • proceder de uvas de las variedades pinot noir, pinot meunier o chardonnay
  • hacer su segunda fermentación (según el methode champenoise), es decir que la espuma tiene que producirse dentro de la misma botella en la segunda fermentación.

El champagne debe consumirse cuando sale a la venta, sino pierde su frescor, con el paso del tiempo. En los últimos años la región de Champagne ha comercializado en un año una media de 245 millones de botellas, siendo Gran bretaña y Alemania los países importadores por excelencia, seguidos por Estados unidos, Suiza, Bélgica, Italia, etc.

 La calidad de la tierra de la región es la que le otorga a sus cosechas esas cualidades tan especiales, pero lo mejor de la Champagne es poder madurar sus uvas a una temperatura media de 10ºC, ya que con un grado menos la uva no podría desarrollarse y completar su ciclo de maduración. El clima frió, equilibrado con la suavidad atlántica continental, con una humedad relativa constante y mantenida, son factores determinantes en la finura de estos vinos.

La mayor parte del champagne se elabora con una mezcla de vinos procedentes de diferentes viñedos, las dos variedades básicas de la Champagne son la pinot noir y la chardonnay, a estas se añade para los vinos de calidad la pinot meunier, pero el champagne , vino de mezcla por excelencia, se beneficia de la armonía conjunta de todas estas variedades de uva, ya que en su elaboración se debe aportar la finura y la delicadeza del chardonnay, la frutosidad y expresividad del pinot noir, sin olvidar al pinot meunier que lo ayudara a evolucionar y a madurar mas rapidamente.

Podemos comparar así al champagne como una orquesta, un tutti armonioso donde deben estar presentes todos los instrumentos en perfecto equilibrio.

Elaboración
La elaboración del champagne comienza por la fermentación de los vinos de cada una de las tres variedades clásicas antes mencionadas:

  • chardonnay
  • pinot noir
  • pinot meunier

 Es muy importante que las vendimias sean sanas y bien seleccionadas, pero también la prensada debe ser rápida y medida. Con la primera presión deben obtenerse, por cada 4.000 kilos de vendimia unos 2.050 litros de mosto. Estos 20.5hl corresponden a la cuvée, dos prensadas posteriores son las que preemitirán obtener los 5 hl (hectolitros) restantes que reciben el nombre de premiéres y deuxiémes tailles.
Todo este mosto puede convertirse en champagne, pero las mejores marcas, solo utilizan la cuvée y las premiére.

Después de reposar unas horas, los mostos se decantan y realizan su fermentación alcohólica, las casas de prestigio utilizan cubas de acero inoxidable, para llevar a cabo dicha fermentación, donde se controla la temperatura de 17ºC, la cual asegura la conservación de los aromas.

Luego de la fermentación alcohólica, los vinos se someten a la fermentación maloláctica, donde se redondean y se suavizan, donde el clima de las instalaciones juega un papel muy importante en este proceso de desacidificación, y finalmente la clarificación y estabilización en frió baja aun mas la acidez.

Llega así el momento de la preparación de la cuvée, mezclando los vinos de los diferentes viñedos, de las diferentes variedades, y a comienzos de la primavera siguiente a la vendimia se procede al tirage, donde se añaden las levaduras y el licor azucarado, los cuales desencadenan una nueva fermentación (la segunda) en la botella, sometida a una presión de 6 atmósferas, los vinos se van enturbiando a medida que se alcanza este nivel de presión, que a su vez facilita la fermentación.

Bajo estas condiciones optimas de presión, ideales para el desarrollo fermentativo y autolisis final de las levaduras, los vinos deben permanecer bajo cavas subterráneas a una temperatura constante de 10ºC.

El reglamento de denominación de origen establece que las botellas deben permanecer un año como mínimo, en rima, pero este plazo es superado ampliamente por las firmas mas prestigiosas, ya que piden a sus vinos una crianza muy superior.

Algunos pueden permanecer en su silenciosa cuna durante 6 años, y el record esta establecido en 8 años de cava. El tiempo de crianza es decisivo para su calidad, ya que con los años el champagne asimila sus levaduras, se funde con el gas carbónico y de esta manera se desarrollan y originan los aminoácidos que son el origen de los mejores aromas.

 Finalmente las botellas pasan a los pupitres donde serán removidas hasta quedar en punta, al ir girando las botellas, se van decantando los depósitos en el cuello de cada una de ellas. Una vez en punta, las botellas permanecen en las cavas subterráneas hasta que se degüellan, para eliminar así los sedimentos. Para rellenar ese pequeño vacío que se produce al descorchar la botella, se añaden más cantidad de champagne según el tipo de vino que se desee obtener: brut, extra seco, seco, semi seco o dulce.

El champagne dulce es el preferido por los zares, los americanos han impuesto la moda del seco y los ingleses prefieren el brut.
Se debe aclarar que el champagne se beneficia de una moderada adición de azúcar, pero la acidez se rebaja con un largo periodo de envejecimiento, por eso las marcas de prestigio necesitan un menor dosaje de azúcar.

A pesar de la denominación de origen, existe en el mercado un gran numero de champagnes (ademas de otros vinos espumantes). En particular, los champagnes pueden ser blancos, rosados, blanc de blancs (obtenido del chardonnay exclusivamente), blanc de noirs (de pinot noir, de meunier, o de las dos), con añada o sin ella, sin licor de expedición o con mas o menos licor, pero sin embargo cada plato de comida encuentra su acorde en un champagne de características diferentes.

Para terminar podemos diferenciar las calorías de 100 ml (mililitros) de champagne según su clase:

TipoCaloríasCantidad de azucar
semi-seco90 Kcal.2.5 gramos
seco85 Kcal.1.2 gramos
dulce118 Kcal.10 gramos

Siempre se deben sumar las calorías vacías que aporta el alcohol las cuales varían de un 11 al 13-14 %, por lo tanto siempre debe beberse con moderación.

BOLLINGER SPECIAL CUVEÉ

Imagen de la etiqueta

Es, con mucha diferencia, el mejor champaña en su gama y en su segmento de mercado. Esta virtud se debe al viñedo que le da vida y, sobre todo, al vino de reserva que le confiere carácter, que interviene en la mezcla marcando entre un 5 y un 10%.

Compagina plenitud y madurez, propia de un vino hecho, con una fruta discreta muy bien afirmada. Tiene cuerpo y complejidad. 60%% pinot noir, 25% chardonnay y 15% pinot meunier. 3,5 años de permanencia en cava.

BOLLINGER
Dirección:
16, Rue Jules Lobet. 51160 Aÿ.
Teléfono: (+33) 03265 3333366.
Página web: http://www.champagne-bollinger.fr/
Más información: contact@champagne-bollinger.fr
Fundación: 1829.
Hectáreas: 160.
Producción anual: 2 millones de botellas.
Marcas: Bollinger Cuvée Special, Grand Année, Grand Année Rosé, R.D. y Vieilles Vignes Franaises.
Precio en tienda: Sobre 35 euros.
Puntuación: 8,5.